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Israel recluye a los más de 400 miembros de la flotilla antes de deportarlos

Netanyahu felicita a la Armada por impedir “de la manera más profesional y eficiente” la “entrada de decenas de buques a una zona de guerra” y “frenar una campaña de deslegitimación”

Las autoridades de Israel están recluyendo este jueves —con vistas a su deportación— a los más de 400 miembros de la flotilla, entre ellos 65 españoles, que su ejército detuvo en la noche del miércoles, al abordar sus embarcaciones en aguas internacionales. A última hora de la tarde, al terminar la jornada sagrada para los judíos del Yom Kipur, la policía ha informado de que más de 250 han pasado ya un “exhaustivo proceso de inspección” y están en manos de la Autoridad de Población y Migración y del Servicio de Prisiones. Ambos dependen del Ministerio del Interior, que tiene al frente al ultraderechista Itamar Ben Gvir. “La operación continúa y continuará durante la noche [de este jueves] hasta que se procese al último barco de la flotilla”, ha señalado la policía en un comunicado.

Los miembros de la Flotilla Global Sumud, que se dirigía a Gaza con ayuda humanitaria con el objetivo de romper el bloqueo naval israelí, han llegado este jueves por la mañana al puerto israelí de Ashdod, en un gran barco de la Marina israelí. En las horas posteriores, y durante toda la jornada, han ido arribando entre una y dos decenas de barcos y veleros de pequeño tamaño de la flotilla. En una de ellas, un yate de pequeña eslora con un soldado israelí a bordo, ondeaba aún la bandera palestina, al igual que en los mástiles de otras embarcaciones. En otra se apreciaba la enseña argelina y en una tercera, la turca. En la Captain Nikos viajaba un periodista de EL PAÍS.

Concluida la jornada solemne del Yom Kipur, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se ha referido por primera vez al asalto de la flotilla a Gaza del día anterior. Lo ha hecho en un comunicado para felicitar a “los combatientes y comandantes de la Armada” por impedir “de la manera más profesional y eficiente” la “entrada de decenas de buques a una zona de guerra” y “frenar una campaña de deslegitimación contra Israel”.

Con la llegada de los activistas y el goteo de barcos, obligados a acabar en el puerto de Ashdod, el más cercano a la Franja, Israel ha dado por concluida la travesía de la flotilla solidaria, que ha definido como una “provocación”. Su Ministerio de Exteriores ha señalado este jueves que, del casi medio centenar de embarcaciones que conformaba la iniciativa, ninguna “ha logrado su intento de entrar en una zona de combate activo o vulnerar el bloqueo naval”, aunque admite que uno de los barcos, el Mikeno, no ha sido asaltado por las fuerzas navales de élite y “permanece a distancia”.

Esta embarcación, no obstante, se encuentra parada a unos 11 kilómetros de la costa de Gaza, según la página de rastreo de la misión que refleja la geolocalización de los navíos. “Si se acerca, su intento de entrar en una zona de combate activo y romper el bloqueo también será impedido”, ha advertido la diplomacia israelí.

Traslado

El ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, señaló durante una sesión informativa en la Cámara de Diputados en Roma que las autoridades israelíes completarían durante la jornada el traslado a Ashdod de todos los miembros de la flotilla, y del resto de personas, como los periodistas que cubrían la expedición, que viajaban en el aproximadamente medio centenar de barcos.

Cuando todos los activistas se encuentren en la ciudad costera israelí, los detenidos “serán trasladados a unas instalaciones en Beer Sheva”, en referencia a la cercana prisión de Ketziot, y “mañana [viernes] por la mañana recibirán las visitas consulares”, ha dicho Tajani. Israel pretende repatriarlos después a Londres y a Madrid a bordo de dos vuelos chárter, los próximos lunes y martes, añadió.

Según han confirmado en Ashdod portavoces del equipo legal de la ONG que asumirá su defensa legal, Adalah (el Centro para la Defensa de las Minorías Árabes en Israel), los activistas pueden aceptar firmar su deportación inmediata. Les permite eludir el juicio, pero conlleva aceptar que han intentado entrar ilegalmente en Israel (pese a que no era el caso) y aceptar la prohibición de entrar en el país durante un periodo de tiempo que suele ser de 10 años, pero que puede prolongarse incluso más. Es lo que eligieron cuatro de los 12 activistas del Madleen, la anterior flotilla solidaria a Gaza, interceptada por Israel en junio.

Quienes lo rechacen serán trasladados a prisión y posteriormente juzgados. Según el canal 12 de la televisión nacional, se ha formado un tribunal especial en la propia prisión.

Un caso particular es el de los participantes en anteriores flotillas y, por tanto, con la entrada ya vetada a Israel. Es el caso de tripulantes como la eurodiputada francesa Rima Hassan, la activista sueca Greta Thunberg o el brasileño Thiago Ávila, uno de los líderes de la flotilla. No tienen la opción de firmar la deportación inmediata y su arresto podría alargarse durante días, también debido a la festividad del Yom Kipur, durante la que la Administración y los tribunales israelíes se detienen.

El equipo legal de Adalah ha logrado entrar esta tarde en el puerto, después de denunciar que las autoridades israelíes se lo impidieron inicialmente y que la agencia de migración ya había comenzado audiencias para la deportación y órdenes de detención de los activistas, sin que recibiesen asistencia jurídica ni lo supiesen sus abogados. Fue, subrayó la ONG, una “grave violación del derecho a un juicio justo y los derechos fundamentales de los participantes” en la flotilla.

Además de la representación legal que les ha ofrecido Adalah —esta ONG ya representó a los activistas en su anterior intento de llegar a Gaza con ayuda humanitaria a bordo del Madleen—, el equipo de abogados de la flotilla se encuentra ya en Israel para defender a los activistas. España ya ha anunciado, además, que les dará protección diplomática y consular.

La prensa israelí ha dado cuenta de nuevos detalles del asalto. Ha señalado que los militares asaltaron primero los seis buques más grandes y, luego, los más pequeños. Además de la unidad naval de élite Shayetet 13, participó la flota de buques misiles y la unidad de seguridad portuaria Snapir, entre otras.

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